
Se hace extraño leer noticias de nuevos descubrimientos en nuestro planeta en pleno siglo XXI. Parece como si toda Tierra esté explorada, medida y también explotada. Pero de tanto en tanto surge la revelación de algún científico, como la del polaco Andrew Pietowski, que al terminar una expedición al Perú en el año 2005, rebatió los datos existentes sobre la profundidad del Cañón del Colca. Desde el año 1981 se creía que la profundidad máxima del cañón era de 3.250 m, ahora con la nueva medición se establece que en la zona de Quillo Orco llega a 4.160 m en la vertiente norte y 3.600 m en la sur, esto quiere decir que pasa a ser el de mayor profundidad del mundo, al desbancar al vecino cañón Cotahuasi de 3.535 m, hasta ese momento considerado el récord de los valles encañonados.
El mejor acceso al Cañón del Colca es desde Arequipa. La ciudad está bien comunicada por avión con Lima y además hay buenos establecimientos hoteleros. Hay suficientes motivos para hacer una mínima estancia en Arequipa, donde su casco antiguo es Patrimonio Mundial de la Unesco. Edificios coloniales de primer orden, como la catedral y la iglesia y claustros de la Compañía de Jesús, situados en el entorno de la “Plaza de Armas”, y sobre todo destaca el convento de Santa Catalina, un magnífico y colorido conjunto arquitectónico del siglo XVI. En el museo de los Santuarios Andinos se exhibe la momia Juanita, una niña noble inca que fue sacrificada cerca de la cima del volcán Ampato y fue encontrada debido al deshielo repentino provocado por la erupción de un volcán vecino. Dos aspectos a tener en consideración son la gastronomía arequipeña, de las más evolucionadas y de calidad del Perú y la artesanía, en especial los productos de lana de alpaca.
Una buena base para iniciar la exploración del Cañón del Colca es la población de Chivay. La ruta que lleva hasta esta pequeña ciudad transcurre a través de paisajes extraordinarios. Son sólo 160 kilómetros recorriendo el altiplano y pasando por el “Mirador de los Andes”, un lugar situado a 4.910 metros de altura, donde se pueden admirar varios volcanes entre ellos el Ampato de 6.288 m, el Hualca Hualca de 6.025 m, y el Mismi de 5.672 m, del que se dice que es donde nacen las aguas que dan origen al río Amazonas. Por el camino es fácil observar algún grupo de vicuñas salvajes y rebaños de llamas y alpacas. Con suerte se puede ver la vizcacha, especie de conejo que habita en estas alturas y es de pelaje gris.
Una de las cosas que llama la atención en esta meseta es la presencia de una planta muy verde, en forma de cojín y de tacto duro y compacto, es la yareta (Azorella compacta), un vegetal que sólo vive entre los 3.200 y 4.500 metros de altitud. Todo el año se muestra verde, pues las diminutas hojas son perennes ya la vez es una planta hermafrodita. Su forma tiene que ver con la adaptación al clima frío, y también por causas climáticas crece muy poco a poco, no llega a los 1,5 cm anuales. Alguno de los ejemplares que se ve por el camino puede llegar a tener más de 3.000 años de antigüedad.
En Chivay se puede disfrutar de un baño caliente en sus piscinas termales, este remojón es muy bienvenido sobre todo al regreso de la caminata por el interior del Cañón. Y si no nos bañamos en Chivay podremos hacerlo en otras piscinas naturales de agua caliente como las que hay en Yanque, Maca o las de Achoma.
A partir de Chivay el río Colca empieza a hacerse más y más profundo, y la única manera de acceder a él es dirigiéndose por una pista para vehículos hacia el Mirador de Tapay, cerca del pueblo de Cabanaconde. Pero antes de llegar a Cabanaconde se pasa por uno de los lugares emblemáticos del Colca: la Cruz del Cóndor.
Si queréis un espectáculo natural de primer orden, seguro que lo que se da a la Cruz del Cóndor os sorprenderá. Hay que estar allí pronto por la mañana, ya veréis que hay muchísima gente esperando. En una gran plataforma, justo al filo del cañón, todo el mundo espera que comience el show. Desde el lugar hasta el fondo del cañón hay 1.200 metros y por encima de nuestras cabezas las montañas se elevan 3.100 metros más arriba. ¿Y qué pasa de repente? Pues que empiezan a aparecer los cóndores, las aves no marinas de mayor envergadura de la Tierra. En un vuelo tranquilo y en grandes círculos, los animales van buscando las térmicas que les permitan salir del cañón donde anidan para, al fin, elevarse sobre las cabezas de los turistas-espectadores y salir volando, sin batir las alas, elegantemente, hacia los lugares donde se alimentan. Creedme, observar de tan cerca estas aves (algunos machos tienen una envergadura de 3,30 metros), y ver tantas en poco tiempo, es una de las mejores exhibiciones mundiales que nos puede ofrecer la naturaleza.
Si hasta ahora los atractivos del Colca han resultado de altísimo interés, el plato fuerte llega con el descenso al fondo del cañón, las dos noches que se pasamos en su interior y la posterior ascensión. Poco antes de llegar a Cabanaconde y a la derecha del Mirador de Tapay, se abre una brecha que permite internarse en las paredes verticales que forman el cañón en su orilla izquierda. Un estrecho camino zigzagueante salva el considerable desnivel hasta llegar al puente que cruza el río Colca, ya en la profundidad del cañón. Se necesitan unas tres horas de descenso ininterrumpido siguiendo los pocos resaltes que permiten las rocas basálticas, ejerciendo de funámbulos siempre en el filo del abismo. En el pequeño poblado de San Juan de Chuccho, ya en la orilla derecha del río Colca, hay unas pocas y modestas instalaciones que permiten alojar a los excursionistas.
El siguiente día es un constante sube y baja que recorre la parte baja del río Colca en dirección sur. En el itinerario hay que ascender hasta los pueblos de Cosnihua y Malata, ubicados en explanadas bien alejadas de las aguas bravas del Colca, pero siempre en el interior del cañón. Durante la caminata tendremos ocasión de visitar un pequeño museo local donde se exhiben algunos productos de la agricultura tradicional, como es la diversidad de maíz, con colores inusuales para nosotros. Otro atractivo es poder ver las “plantaciones” de cochinilla, un pequeño insecto que forma colonias parásitas a las hojas de algunos cactus. De estos animalitos se saca un tinte de color rojo muy valorado.
Pasado Malata comienza un prolongado y fuerte descenso que lleva hasta el oasis de Sangalle. Han sido necesarias más de cuatro horas de caminata efectiva para llegar a este lugar misterioso y extraordinario, situado exactamente en la parte más profunda del Cañón del Colca. Varias piscinas naturales ocupan la orilla izquierda del río, lugar donde se ha ido construyendo unos alojamientos básicos en forma de cabañas de arcilla y paja. La estancia en Sangalle produce un cúmulo de sensaciones extrañas. Por un lado aquí hay un microclima que permite unas temperaturas elevadas y que invitan al baño, por otra existe la percepción inusual de que cuando se mira arriba, parece como si nos encontráramos en el fondo de un pozo, dada la altura de las paredes que nos rodean.
La etapa que sigue es la que permite salir del Colca, trepando por la ladera izquierda, hasta Cabanaconde. La ascensión se suele comenzar muy pronto, hacia las tres o cuatro de la madrugada. Con ello se consigue evitar el calor que puede ser asfixiante cuando se sube por el camino pegado a la pared, ya la hora evitar que alguien tenga problemas de vértigo, pues al principio hay tramos muy verticales y de paso estrecho. Con la llegada a Cabanaconde se acaba la parte más deportiva de trekking en el Cañón del Colca, a partir de aquí hay muchas oportunidades de carácter turístico, como es ir a ver antiguas tumbas preincaicas, de los grupos étnicos collagua y cabana (incorporados al imperio Inca en el año 1450). También resulta interesante visitar alguna de las iglesias que hay en los pueblos que se encuentran entre Cabanaconde y Chivay, todas ellas de origen español.
Si desea visitar esta zona del sur del Perú, es posible hacerlo a lo largo de todo el año, con la excepción de los meses que van de principios de diciembre a finales de marzo, cuando allí las lluvias son abundantes. Las temperaturas medias son de unos 10 º C, con mañanas en las que luce el sol y noches frescas.
Muztag ofrece este recorrido en un viaje también asociado al trekking del Camino del Inca.
buenas tardes, si me podria ayudar ¿que puntos se toman para determinar la profundidad de un cañon? por ejemplo el colca .
estare muy agradecida.