
El 27 de septiembre se celebra el Día Mundial del Turismo Sostenible, pero, ¿en qué consiste el turismo sostenible? Hay que diferenciar entre turismo responsable y sostenible. En el primero, tú eres el responsable de la elección del destino, cómo llegas a él y el impacto que tu viaje va a tener sobre el entorno natural. El turismo sostenible, sin embargo, es el que se preocupa por limitar el impacto de ese viaje tanto en las comunidades locales como en su entorno natural, impulsando la prosperidad económica del mismo.
Está en nuestras manos ser viajeros responsables, todos podemos poner nuestro granito de arena para que nuestros viajes no acaben dañando el medio ambiente ni los lugares que visitamos. En este post, te damos algunos consejos.
Haz los deberes
Antes de decidir dónde vas de vacaciones, infórmate, busca destinos que apuesten por la sostenibilidad o se preocupen por preservar tanto su patrimonio cultural como natural. Muchos países se preocupan por conservar y cuidar sus parques nacionales, reservas marinas o refugios de vida salvaje y tú puedes colaborar con ello también al visitarlos y comprar tu entrada.
Es posible que para llegar a tu destino tengas que coger un avión. A ser posible, elige vuelos directos o compañías que se preocupen por la eficiencia energética. Muchas de ellas permiten compensar la huella de carbono que generará tu viaje durante la reserva, pero si no, en Internet existen muchas calculadoras, por ejemplo, CeroCO2.org.
Piensa en local
Lo quieras o no, al final siempre acabas trayendo algún suvenir para tu familia o amigos. En lugar de comprar los típicos imanes cutres producidos en masa, compra algún detalle autóctono en tiendas locales o a artesanos. Haz lo mismo a la hora de comer, busca algún sitio de comida local o donde vayan los lugareños y ¡disfruta de la experiencia! Puede que el restaurante no sea tan cuqui, pero seguro que la comida está riquísima y, si te puedes entender en algún idioma, los que te atiendan te pueden descubrir un montón de cosas del lugar.
Utiliza el transporte público o alquila una bicicleta
Depende del destino, puede que coger un autobús o tren local no sea lo más cool o cómodo, pero seguro que puede ser toda una experiencia para conocer más de cerca el día a día del lugar. Es la forma más económica de moverte y, además, ayudas al medioambiente.
Un bonito ejemplo es el tren que va de Kandy a Nuwara Eliya, en Sri Lanka. Tardarás 4 horas en recorrer a penas 60km, pero disfrutarás de uno de los trayectos más bonitos del mundo, con gente local y atravesando paisajes con unas vistas maravillosas de las plantaciones de té.
La bicicleta es otra opción aún mejor para el medioambiente, te permite descubrir el lugar a tu aire, parar cuando quieras y descubrir rincones escondidos o de difícil acceso. Una buena manera de quemar esas calorías de más.
Prohibido llevarse nada del entorno
Si quieres ser un turista responsable, respeta la naturaleza. Evita comprar suvenires de materiales que provienen de la caza furtiva, como por ejemplo el marfil, que cada año acaba con la vida de muchos animales. No cojas esa bonita concha, estrella de mar o coral, por muy tentador que sea, pertenecen a ese lugar.
No repartas dinero
Dar dinero a los pedigüeños o a los niños que piden limosna alimenta la desigualdad y no es una solución a largo plazo. Si de verdad quieres ayudar, busca alguna iniciativa local u ONG de cooperación para el desarrollo de esa comunidad que ayude a erradicar la pobreza con proyectos de futuro.
Entre todos podemos hacer que nuestros viajes sean responsables. ¡Te leemos en los comentarios!
Foto de pressfoto