
EL MEJOR EJEMPLO DE CIUDAD MEDIEVAL EN ASIA CENTRAL
En un anterior post (01/06/2012) os habíamos hablado de Samarcanda, la ciudad con más atractivos turísticos de todo Uzbekistán. En este país centroasiático tenemos, además, un cúmulo de lugares interesantes para visitar. Encontramos localizaciones naturales muy espectaculares, como es el caso del mar de Aral, el fértil valle de Fergana o antiguas poblaciones que fueron importantes centros del comercio asiático, como Shakhrisabz, la ciudad del poderoso caudillo Tamerlán, la bonita Khiva o la misma capital actual, Tashkent. Pero queda por descubriros un lugar único en este enclave de la vieja Ruta de la Seda, y este es Bujara. Desde el año 1993, el centro histórico de Bujara está inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
Situada a unos 190 kilómetros al suroeste de Samarcanda, Bujara se nos muestra como una ciudad prodigiosa, que guarda el conjunto urbano medieval mejor conservado de toda la zona musulmana de Asia Central. Se sabe, por hallazgos de los arqueólogos, que esta parte del territorio uzbeko, ya era habitado hace unos veinte y cinco siglos atrás.
El emplazamiento de Bujara se halla en medio de una amplia región árida y justo donde se abre un gran oasis regado con el agua aportada por el río Zeravšan. La ubicación de la ciudad ha sido fundamental en su historia, pues sirvió como centro caravanero para los comerciantes que seguían la Ruta de la Seda, tanto para los que iban en dirección hacia Occidente buscando el siguiente punto de abastecimiento como era Merv (actual Turkmenistán), como los que iban hacia el Oriente y necesitaban prepararse para cruzar los difíciles pasos de montaña del Pamir.
Son escasos los vestigios anteriores a la irrupción de Gengis Khan. Durante la invasión mongola, en 1220, el territorio quedó devastado. En el siglo IV de nuestra Era, Bujara formaba parte de un estado llamado Heftalita, y que ya llegó a ser un centro de comercio muy importante, primero como la satrapía persa de los Sogdianos y a principios del siglo VII a depender imperio sasánida de Persia. El esplendor de Bujara siguió en aumento con la conquista árabe, pasando a formar parte del califato de Bagdad en el año 709. El 892, la ciudad se convirtió en la capital del reino Samánida y así convirtiéndose en uno de los centros más importantes de teología musulmana de todo el mundo islámico, en especial con respecto a la escuela sufí. El protagonismo, como núcleo de la enseñanza teológica, se alargó en el tiempo, manteniéndose a la cabeza desde el siglo IX al XVI. En este periodo Bujara llegó a tener más de doscientas mezquitas y un centenar de madrazas (escuelas coránicas).
La economía de Bujara se resintió tras el paso de los mongoles, y todavía no empezaba a levantar la cabeza cuando el año 1370 cayó de nuevo en manos mongolas y más en concreto del temible Tamerlán (descendiente por línea materna de Gengis Khan). Pero el imperio Timúrida, no fue destructivo y los habitantes de Bujara empezaron a recuperar su economía y la grandeza cultural.
Ya a finales del siglo XV tuvieron lugar luchas fratricidas por el poder, las cuales terminaron cuando todas las posesiones de los Timúridas fueron ocupadas por nómadas uzbekos, comandados por Khan Cheibani. El dominio Cheeibanida, de hecho el dominio de los uzbekos, rigió los destinos de Bujara durante bastantes siglos, bajo diversas dinastías. Hubo momentos en que los cheibanidas estuvieron sometidos a los persas, como ocurrió en tiempos del Sha Ismail I Safávida, en el siglo XVI. La ruptura definitiva de la línea sucesoria de los khanatos uzbekos terminó en 1920, cuando se estableció la República Popular de Bujara y ya en 1924 se proclamó la república Popular Soviética de Uzbekistán, dentro del conjunto de la URRS. Hay que esperar hasta el año 1991, para ver la creación de la República de Uzbekistán, tal como está constituida, y Bujara como capital de una de sus provincias.
Hoy en día, Bujara es una apacible ciudad que apenas llega al millón y medio de habitantes, alejada del ajetreo que conlleva una capital de estado. Es un escenario perfecto donde movernos los viajeros, pues todavía encontramos tranquilos bazares medievales, unos pocos acogedores y buenos restaurantes con un marcado estilo centroasiático, y sobre todo monumentos, muchos y de calidad. Pero en el caso de Bujara, por encima de las virtudes individuales de cada monumento, lo que nos asombra es el conjunto arquitectónico urbano, como fue planificado y lo bien que se conserva.
Acabamos de escribir que lo destacable de Bujara es el contexto del trazado urbano, pero necesitamos hacer unas notables distinciones en cuanto a sus monumentos. El más destacable de todos ellos es el edificio que alberga la tumba de Ismail Samani, una obra del siglo X considerada la mejor de todo el ámbito islámico de su época y por tanto una obra maestra de la arquitectura musulmana. Una curiosidad es que el pico más alto del Pamir y de la antigua Unión Soviética (situado en Tayikistán), llamado pico Comunismo, de 7.495 metros, ahora se ha rebautizado como pico Ismail Samani.
Otra joya que podemos contemplar es el minarete de la mezquita Po-i-Kalyan, una extraordinaria torre cilíndrica de 48 metros de altura y que data del año 1127. La obra es de ladrillo, decorada con motivos geométricos. Desde lo alto del minarete se tiene la mejor vista de la ciudad.
La lista de madrazas y mezquitas interesantes para los turistas es muy larga, destacamos sólo, las majestuosas madrazas Ulugbeg y Mir-i-Arab, y la curiosa Chor Minor, adornada con cuatro minaretes, hecho inusual en la arquitectura de esta región de Asia. Además del santuario de Ismail Samani, encontramos el santuario Chasma Ayub, una obra sobria y equilibrada. La ciudadela Ark, es una de las grandes edificaciones y que se asienta dominando la entrada al casco antiguo.
La agencia de viajes Muztag organiza recorridos por Uzbekistán que incluyen la visita a los lugares más emblemáticos de Bujara. Y para los más deportistas también organiza expediciones de montaña para subir al pico Ismail Samani.
Hola Jose Luis! Me encantf3 tu retlao, es precioso y direda no sf3lo esto sino que hayas disfrutado de tu estancia en Bujara. Desde luego de todas las ciudades de Uzbekistan me encanta Bujara. Y creo que has eligido muy buen regalo para tu cumple. Hay que repetirlo.