
Por primera vez en este blog os hablamos de un lugar de Oceanía, el continente que se encuentra en nuestras antípodas. Cualquier viaje hasta el otro lado del planeta requiere de un largo, ya veces costoso desplazamiento, pero vale la pena el esfuerzo. Allí hay mucho que ver y vivir. Las diferencias con el que estamos más acostumbrados son bastante grandes. Es difícil comparar Asia o África con Oceanía. Y para empezar a pisar esta parte del mundo nos adentraremos en un parque nacional de Australia, el de Kakadu, una de las cunas de la Humanidad.
Para ubicar en el mapa el parque nacional Kakadu debemos situarnos en el extremo septentrional de Australia, en el Territorio del Norte, muy cerca de su capital, la ciudad de Darwin. Australia es la isla más grande del planeta y políticamente se trata de una Monarquía Constitucional (con la reina de Inglaterra a la cabeza), de sistema parlamentario. La forma estatal es una Mancomunidad (Commonwealth) dividida en seis estados (Nueva Gales del Sur, Australia Meridional, Tasmania, Victoria, Queensland y Australia Occidental), dos territorios interiores (Territorio del Norte y Territorio de la Capital Australiana), y los llamados territorios menores (islas de Cocos, isla Christmas, islas del Mar del Coral , Bahía de Jarvis, Territorio Antártico Australiano, y una serie de islas deshabitadas).
A pesar de ser el sexto país más grande en extensión del planeta, su población sólo alcanza los 21 millones de habitantes. Esto hace que la densidad de habitantes por kilómetro cuadrado sea muy baja (2 hab/Km2), lo que sitúa a Australia en el número 191 del ranking de densidad. Es por este mismo motivo, que cuando circulamos por según qué zonas del país, apenas nos encontramos con gente. La gran mayoría vive en la costa sur y este en las ciudades de Melbourne, Canberra, Sídney y Brisbane en la costa este, y Perth en el oeste.
La mayor parte de la población es de descendencia europea, primero, de los colonos anglosajones llegados a finales del siglo XVIII y después de inmigrantes también en su mayoría ingleses, pero con el tiempo se añadieron griegos e italianos. Hay importantes minorías china y vietnamita. Pero los auténticos australianos son los que se denominan Koori (de hecho son sólo Koori auténticos los habitantes de Noval Gales del Sur y Victoria, los de otras zonas pertenecientes a otras culturas como los Anangu, en el Territorio del Norte y Australia occidental, los Pícaro de Queensland, los Palawah de Tasmania, etc., aunque en conjunto prefieren ser conocidos como Koori). Representan sólo el 2,2% del total de la población del país.
Como os hablaremos de Kakadú, creemos que debemos profundizar un poco en la historia reciente de la nación aborigen, pues actualmente ellos controlan casi el 30% del Territorio del Norte.
Se piensa que la llegada de los aborígenes al continente australiano se remonta 50.000 años atrás y procedían de Asia (hay teorías que hablan de 125.000 años). Durante siglos y siglos se fueron extendiendo por todo el territorio, en especial la zona sur y este de la gran isla. Su modus vivendi se basaba en la recolección y la caza. Formaban grupos nómadas, desconocían la agricultura y la ganadería. Se supone que la población alcanzó un número máximo de unos 750.000 individuos (algunas fuentes calculan la mitad), repartidos en 250 naciones divididas en numerosos clanes y se hablaban también unas 250 lenguas diferentes, aunque todas ellas emparentadas. Dado que no tenían escritura, los conocimientos, la cultura y su interpretación del mundo y de sus orígenes, se transmitía por vía oral. Otra manera de transferir los conocimientos y el peculiar cosmos era a través de la pintura.
La llegada de los europeos supuso el inicio de una pesadilla para los aborígenes, de la que apenas ahora empiezan a despertar. Buena parte de los recién llegados eran delincuentes trasladados desde las cárceles inglesas, sus miramientos con los autóctonos eran, por decirlo de manera fina, poco cuidadosos. El choque entre dos formas culturales completamente diferentes estalló de manera inevitable. Para unos, el conocimiento de la tierra y del entorno natural era la base para sobrevivir, los otros necesitaban los terrenos para convertirlos en cultivos o introducir los rebaños. Poco a poco los europeos fueron arrebatando la tierra con todo tipo de métodos, muchas veces llegando al genocidio físico y cultural. Las enfermedades importadas por los colonos fueron insuperables para los aborígenes, la viruela, la gripe y la tuberculosis entre altas diezmaron la población. Además, los derechos de los aborígenes eran nulos. A este estado de cosas se sumó la supresión cultural forzosa, la reclusión en reservas y uno de los hecho más crueles como fue el raptar a los niños a las familias y obligarlos a asimilar la cultura inglesa. Estos niños son los que han dado nombre a las “generaciones robadas”, una de las lacras de la sociedad australiana. La población autóctona a principios del siglo XX se había reducido el 90 %. La discriminación duró hasta comienzos de 1960 cuando por fin los aborígenes empezaron a tener derechos civiles. Hasta el año 2004, ¡menos de diez años atrás!, El gobierno no reconoció a la nación aborigen. En 2008, y de manera solemne, el gobierno australiano pidió perdón a los aborígenes por todos los daños sufridos.
Los aborígenes son los propietarios del parque nacional de Kakadu, hoy Patrimonio Mundial de la Unesco. En este parque es donde se guardan algunos de los tesoros más importantes del arte rupestre australiano y los más antiguos del planeta.
Los 19.804 km2 de superficie de Kakadu, equivalentes a la extensión de la provincia de Cáceres, preservan una variedad y riqueza de paisajes increíbles, y en los diversos ecosistemas del territorio se encuentran más de dos mil especies vegetales, 68 especies de mamíferos, 120 de reptiles, 280 de aves y 300 de peces.
Los cinco tipos básicos de paisaje son: Las zonas costeras formadas por estuarios y manglares. Los cerros situados al sur de Kakadu. Los bosques de sabana de las tierras bajas. Los humedales. El área de acantilados que se alzan sobre la meseta de Arnhem Land.
El ecosistema de la costa ocupa unos 500 km2. El dominante son los bosques de manglar, donde encuentran refugio muchas especies acuáticas y es punto de parada de las aves marinas, buena parte de ellas migratorias. Las calas y estuarios que se forman en la desembocadura de los ríos están influidos por las mareas y sobre todo por las avenidas de sedimentos en la estación de lluvias. La vegetación es única, desde mangles de raíces que sobresalen del suelo al mangle araña que tiene un curioso sistema de raíces similar a las patas de un arácnido. Los manglares son el hogar de grandes colonias de zorros voladores, las cuales atraen a los lagartos monitor y cocodrilos de estuario. El dudongo, un extraño mamífero marino, llamado también “vaca marina” se dedica a pastar la vegetación acuática de las calas.
Una amplia zona del sur del parque está dominada por colinas y crestas de origen volcánico muy antiguo, unos 2.500 millones de años. El relieve de la zona ha facilitado la formación de un ecosistema único, con plantas y pequeños animales que no se encuentran en otros lugares de Australia.
Los bosques de sabana de las tierras bajas o “woodlands” representan el 80% de la superficie del parque. Los eucaliptos y las hierbas altas son las grandes dominadoras del paisaje, pero aún así es donde hay más variedades vegetales y donde se esconden más especies animales. En las orillas de los ríos se encuentran todo tipo de aves y aquí es donde se puede ver el pájaro más famoso del parque, el kookaburra de alas azules. Los wallabys (se pueden confundir con los canguros), los dingos o perros salvajes son otros animales característicos de esta zona junto con una amplia representación de lagartos, entre ellos el volador.
Los humedales son llanuras que se inundan en la temporada de lluvias. Kilómetros y kilómetros del parque quedan completamente sumergidos. Pronto empieza a formarse un lecho de plantas acuáticas, y se convierte en el lugar preferido de los reptiles, entre ellos el gran cocodrilo “saltwater” y los cocodrilos de agua dulce. La rara tortuga cuello de serpiente también encuentra escondite en este lugar. Las aves acuáticas están presentes en todas partes.
El área de acantilados está formada por rocas de piedra arenisca que se extienden a lo largo del sur del parque, marcando el límite de una meseta. La altura máxima es de 330 metros y su orografía es compleja, formando cañones, abrigos y cuevas. Es en esta zona del parque donde se encuentran los principales abrigos con pinturas rupestres. La vegetación es menos espectacular que en los otros sistemas, sólo destacan los pequeños bosques de alluscarpia, un árbol de grandes dimensiones. Pequeños animales se esconden los agujeros de las rocas, encontrándose muchos reptiles. En las partes altas de los ríos y en lagos es frecuente la presencia de los cocodrilos de agua dulce.
Visitar las galerías de arte rupestre de Kakadu es uno de los hitos de la estancia en el parque. Hay hasta cinco mil lugares con restos pictóricos que abarcan desde los tiempos más remotos hasta pinturas donde están representados colonos europeos. Las obras más antiguas, se remontan a 50.000 años y son las primeras obras de arte que ha hecho la Humanidad. Los estudiosos han dividido las pinturas en once estilos y se basan en tres épocas en las que el medio ambiente era diferente: Pre-estuario (de 50.000 a 15.000 años); Estuarios (entre 8.000 y 4.000 años), el de Agua Dulce (de 1.500 a 300 años de antigüedad).
Hay tres lugares que son auténticas “capillas Sixtinas” del arte rupestre australiano y cuya visita es imprescindible: Ubirr, Nourlangie y Nanguluwur.
Un centro de visitantes ofrece la información necesaria sobre todos los aspectos del parque. El espacio Warradjan está dedicado a divulgar la cultura aborigen.
En cualquier momento del año se puede visitar Kakadu, pero hay que tener en cuenta en las extremas variaciones que presenta el parque en función de las épocas húmedas o secas. Los nativos dividen el clima en seis épocas:
El gudjew o temporada de monzón. Va de diciembre a marzo, las temperaturas medias están entre los 24 y 34 º C. Es cuando se producen las grandes tormentas eléctricas y las constantes lluvias torrenciales. Se inunda buena parte del parque. La hierba crece hasta dos metros de altura y la mayor parte de especies animales se halla en pleno estallido de vida.
El banggerreng o temporada de tormentas de viento. Coincide con el mes de abril y la temperatura media va entre los 23 y 34 º C. Comienza a retirarse el agua de las zonas inundadas. El viento allana las altas hierbas. Las plantas muestran la exuberancia de frutos y los animales salen al aire libre con sus crías.
El yegge, se corresponde con la entrada de los primeros fríos. Temperaturas medias que oscilan entre los 21 y 33 º C. Ocupa los meses de mayo y parte de junio. Aparecen las nieblas sobre las llanuras.
El wurrgeg o temporada fría. Segunda parte del mes de junio hasta mediados de agosto. Temperaturas que bajan hasta los 17 º C y máximas que no pasan de los 30 º C.
El gurrung, tiempo de calor seco. De mediados de agosto a mediados de octubre. Predomina la sequía y las temperaturas suben hasta los 37 º C.
El gunumeleng o temporada pre-monzónica. De mitad de octubre a finales de diciembre. El calor de hasta 37 º C se convierte húmedo. Llegan las primeras lluvias que hacen que los arroyos bajen ya con agua.
Una de las mejores maneras de visitar Kakadu es con vehículo tipo 4×4. Las caminatas por los lugares convenientemente señalizados son imprescindibles. Es muy importante hacer caso a las señales que se instalan en lagos y ríos, donde se dice permitido o prohibido el baño. Debido a las inundaciones del monzón, los cocodrilos pueden ocupar determinados lagos y son peligrosos al máximo, recordad las imágenes del filme Cocodrilo Dundee (Paul Hogan y Linda Kozlowski). Muztag ofrece un programa que incluye varios días de estancia en el parque.